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       Hasta 
        ahora solo se evito su reglamentacion 
      La 
        polémica “ley espía” sigue husmeando 
      Si 
        bien, el presidente Néstor Kirchner suspendió el decreto 
        reglamentario que establecía que las empresas de telecomunicaciones 
        debían adquirir la tecnología adecuada para almacenar durante 
        10 años los datos relacionados a cualquier tipo de comunicación 
        que establecieran los usuarios de esas firmas, la polémica ley 
        sigue vigente. 
        Esto es así ya que las disposiciones de una ley sólo quedan 
        sin efecto mediante una derogación, a través de la sanción 
        de otra ley, o su declaración de inconstitucionalidad por la Corte 
        Suprema de Justicia.  
        La norma fue justificada porque “se dictó en el marco de 
        los objetivos tenidos en mira del cuerpo legal (la ley 25.873)” 
        que, según sentenció el texto divulgado en el Boletín 
        Oficial, eran “combatir el delito y servir al esquema de seguridad 
        colectivo de la Nación, mediante la utilización de modernas 
        herramientas de capacitación y monitoreo de comunicaciones de las 
        redes públicas y/o privadas de telecomunicaciones, cualquiera sea 
        su naturaleza, origen o tecnología, en tanto operen en territorio 
        nacional”.  
        El Ejecutivo procuraría ahora dictar un nuevo decreto reglamentario 
        en acuerdo con las compañías de telecomunicaciones y el 
        Congreso esperaría sus movimientos.  
        El diputado socialista, Jorge Rivas, presentó un proyecto para 
        la definitiva derogación del polémico artículo. Mientras 
        que otros textos intentan aclarar que el Congreso aprobó una norma 
        referida sólo a las comunicaciones telefónicas, como las 
        iniciativas de Ritondo, Jorge Vanossi, y los senadores Liliana Negre de 
        Alonso (PJ-San Luis) y Ricardo Gómez Diez (Partido Renovador-Salta). 
        La Asociación por los Derechos Civiles (ADC) elaboró un 
        documento en el que analiza la constitucionalidad de la obligación 
        de conservar datos relativos a las telecomunicaciones. El texto fue presentado 
        a Kirchner, al Ministro de Justicia, Horacio Rosatti y otros funcionarios 
        y recomienda no solo la suspensión de la norma, sino también 
        su derogación definitiva.  
        En este sentido, se marcó varios puntos desacertados de la ley, 
        como la interferencia al derecho a la privacidad de las comunicaciones, 
        que ninguno de los países que legislaron sobre la materia estableció 
        un plazo tan extenso de conservación y que el órgano a cargo 
        de ejecutar las interceptaciones sea la Secretaría de Inteligencia 
        del Estado (la SIDE).  
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