Aumentan las inquietudes de los católicos por los medios

"Seamos uno para que el mundo crea"(XXIII Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina)

 Por Pablo Demkow

Las relaciones entre la Iglesia y los medios de comunicación social no siempre transitaron carriles pacíficos. Durante mucho tiempo fueron hostiles y conflictivas. Muchas veces la jerarquía vio a los medios en forma apocalíptica en la idea que atacaban a la religión con las mas modernas armas apuntando directamente dentro de cada hogar. Sin embargo también hubo interesantes manifestaciones como la del Papa Pío XII durante la segunda guerra mundial a través de la radio y, a partir de allí, las muchas intervenciones en el magisterio de la Iglesia a los medios de comunicación social, donde además acogió con entusiasmo la televisión e intentó una primera síntesis en la encíclica Miranda prorsus, del año 1957. El Concilio Vaticano II luego aprueba el decreto Inter Mirifica y el Papa Paulo VI sanciona la instrucción pastoral Communio et progressio una entusiasta aceptación de la Iglesia a los medios. Finalmente Juan Pablo II con Aetates novae continua una inconclusa etapa de apertura, de reflexión teológica y de aplicación pastoral orientada a poner esas técnicas al servicio de la promoción humana.

El 14, 15 y 16 de agosto la Acción Católica Argentina se reunió en San Juan para realizar su XXIII Asamblea Federal donde además de una gran cantidad de temas de competencia y responsabilidad laical también se desarrolló la comunicación social con más de quince talleres coordinados por destacados especialistas invitados.

La Acción Católica ha demostrado cierta preocupación por el uso de los medios y, en varias oportunidades se adelantó a la jerarquía eclesiástica argentina, observando tendencias y criterios pastorales producto de inquietudes personales de sus miembros. De esta manera es importante destacar los encuentros de comunicadores que comenzaron por iniciativa de la Acción Católica Argentina (ACA).

Otro de los méritos institucionales es la capacitación que a través de cursos intensivos llevan formación en producción radial a los lugares más distantes de nuestro territorio.

Participación de los laicos

El fin del segundo milenio deja escrito en sus páginas un cambio en la actitud de la Iglesia en la Argentina.

La Comisión de Comunicación Social presidida por el obispo de San Isidro, Monseñor Jorge Casaretto será reemplazada antes de fin de año. La nueva comisión comenzará su gestión con una participación laical bien estimulada por encuentros multi-tudinarios como los de Mar del Plata y Rosario; asambleas y reuniones de muchas instituciones y movimientos de iglesia; asociaciones nuevas como OCIC en cine y, un rejuvenecimiento en las filas del Club Gente de Prensa, donde la sangre nueva impulsa profundos cambios y mayor profesionalismo.

Un párrafo aparte merece ARCA que mientras busca consolidarse y adquirir nuevos miembros, generó desde su interior un criterio de apertura acorde a las necesidades actuales de los católicos comunicadores. Por otro lado también se preocupa por elevar "el piso" de las radios, para contribuir en hacerlas competitivas y cumplir con la evangelización y la promoción humana. Las radios católicas son la primera misión gerencial que realiza la Iglesia en medios y como tal han sufrido presiones internas y externas propias de cualquier tarea innovadora.

Este crecimiento en medios sobre el fin del milenio sorprende a la Conferencia Episcopal Argentina ante la elección de una nueva Comisión de Comunicación Social. Los laicos esperan en la elección un fuerte viento del Espíritu Santo para que el próximo obispo que la presida, acompañe y estimule la labor de miles de profesionales que optaron por una forma cristiana de vida.