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Horacio Moldavsky cuenta cómo se combate

Pramer intenta frenar la piratería de señales

Ya hay 20 casos de cableoperadores del interior que son investigados en la justicia. Es porque bajan señales con decodificadores. La idea es revertir la práctica antes de iniciar un acción penal

Pese a ser considerada una práctica de larga existencia en el país, la piratería o el robo de señales satelitales por parte de cableoperadores parece haber llegado a su tope de tolerancia. Pramer, la productora y distribuidora de canales, busca detener el avance de esta tendencia que provoca pérdidas económicas significativas y ya montó una estrategia de detección al mejor estilo FBI. El equipo de investigación, al mando del gerente financiero de la empresa, Horacio Moldavsky, incluye vendedores y representantes que informan desde sus puestos en el interior y un grupo desde Buenos Aires que chequea la información con una extensa base de datos de clientes en todo el país. Esta iniciativa privada –no participan asociaciones ni cámaras representativas- ya dio sus primeros pasos concretos con el allanamiento de un cableoperador de Paraná y más de 20 casos están en miras de la justicia.

Horacio Moldavsky, en su oficina de Bompland al 1700

R&TA: ¿Cómo es la situación de la piratería en la actualidad?

Moldavsky: El tema de la piratería en la forma más elemental se conoce a través de el uso de microondas en el interior. Desde una ciudad se transmiten señales a una población menor. Quizás por una cuestión de relación costos no tiene su propia cabecera y esas poblaciones satélites no estaban siendo declaradas. Fueron esas las ciudades que detectamos con los viajes de los vendedores. Y se combate tratando de convertir a esos cableros que envían la señal por microondas en cableros que paguen por todas las localidades que sirven y no sólo por la localidad central. Esa piratería es vieja porque es una tecnología muy difundida.

Bajan señales satelitales...

Sí, definen que a una población que está a 10 kilómetros le transmiten una cantidad menor de señales, quizás 5 o 6, depende de la tecnología, y esas señales son las que ven en esa ciudad.

¿Cómo empiezan las detecciones? ¿quiénes son los vendedores?

Pramer distribuye en toda América Latina, con lo cual tenemos vendedores regionalizados. Vendedores que van al interior y representantes nuestros en el exterior. La forma de piratería que estamos combatiendo en el último año es aquella que utiliza decodificadores para uso hogareño por parte de los cableros. Son provistos por las empresas de venta satelital hogareña, que son DirecTV, Sky o DTH. El cablero, en vez de comprar genuinamente el servicio de la programación al proveedor, compra tantos decodificadores a DirecTV como señales quiere utilizar ilegalmente. Y distribuye estas entre toda la red de cableado. Es un delito que la ley de propiedad intelectual define a través del artículo 172 del Código Penal. La pena es de prisión de un mes a seis años.

Usted nombra a los sistemas satelitales en el proceso...

Ellos participan involuntariamente porque le proveen de tantos decodificadores como señales quiera el cablero ilegal transmitir. Los cableoperadores compran los decodificadores a través de familiares y amigos. Y se dividen y te resuelven el problema.

¿No hay posibilidades que los decodificadores que utiliza sólo el cablero sean distintos al resto?

Si es un televisor muy viejo, se puede apreciar el número de decodificador utilizado en la pantalla. El número de decodificador no se puede ver en los televisores nuevos.

Si, pero si cualquiera lo adquiere, compra sólo un decodificador

Con uno solo, la posibilidad es que se pueda retransmitir una sola señal. Los cableros lo hacen con una o 10 señales. Hemos visto casos de clientes que dicen que no van a tomar más señales pero no cierran el servicio. Lo estamos atacando masivamente con operativos de constatación y acciones judiciales en todos los territorios donde Pramer opera, es decir en toda Latinoamérica.

Lo hacen como Pramer, pero no a través de una Cámara o Asociación que los represente

Lo hacemos como Pramer. Tenemos una base de datos muy extendida porque distribuimos dos señales de aire significativa que son América y Azul. Esa base nos permite determinar qué localidades no están siendo servidas por nosotros. Y si no están siendo servidas, alguien lo debe hacer, porque el cable en todo el país está bastante distribuido. Entonces ahí es donde investigamos, operamos y detectamos el robo de señales.

Ha habido alguna tratativa con ATVC para coordinar tareas

No todavía, pero es probable. Estamos tan ocupados en hacer la detección y el proceso judicial que no hemos salido a coordinar esfuerzos. Lo tenemos que seguir haciendo. Otra de las formas que nos da para darnos cuenta de este robo es a través de la gente decente. La gente honesta que paga por el servicio y es la que denuncia. Dice que cómo puede ser que acá paguemos y allá no. La gente se conoce. Sucede en lugares como Añatuya, Catamarca, Santiago del Estero, Frías, Metán, Ciudad del Este.

¿Son cableoperadores independientes?

Sí, todos son independientes. Las localidades detectadas están constatadas por escribano público y a su vez hay actuaciones judiciales en vías de procesar a los responsables de los cables.

¿Cómo se manejan los cableros? ¿emiten factura y dan revistas?

Podemos llamar ahora al bar de Pirané, en Formosa, y nos van a decir que América 2 se ve. Y en Pirané no tenemos ningún cliente. Es muy sencilla la detección. Y de ahí vamos a escribanos y abogados. Tenemos más de 20 juicios iniciados.

¿Hay alguna estimación de lo que puede llegar a existir en todo el país?

No porque continuamente viajamos. Así como se logra detectar, hay una buena proporción que se recupera. Hay clientes que lo reconocen y terminan contratando el servicio, lo que es muy bueno y positivo.

¿Se le hace algún tipo de seguimiento a ese cliente?

Con el pago. En general hay buena predisposición y nuestros vendedores están preparados para atender y encauzar a esta gente en la compra formal y legal.

¿Cómo es la metodología de detección. Hay plazos y zonas determinadas para una fecha del año?

No, es una actividad continua. En general los vendedores viajan bastante seguido y en las ventas se detectan ilegales. Ellos conocen los territorios con lujo de detalles y saben que en Funes, Santa Fe no tienen ningún cliente. La base de datos así lo indica. El sistema indica qué ciudades de Santa Fe de más de 500 viviendas no hay clientes. Ahí, en Funes, hay un cable que está operando ilegalmente.

¿Qué expectativas tiene de que esto se revierta o que el cableoperador se convierta en legal?

Hemos tenido buena repercusión de los cableros que son visitados por los vendedores. Algunos han llamado por teléfono directamente acá, se los atiende bien y se los trata de reconvertir.

¿Qué pasa con la acción judicial cuando se revierte?

No hemos llegado a esa instancia. La acción penal ya es una decisión que no se puede revertir.

Si, pero ¿qué ocurre si se arrepiente... se desestima la denuncia?

No se que pasa, supongo que es un resarcimiento. No conozco cómo es el proceso. Creo que es algo que remienda de alguna manera el delito, que sigue estando, porque en definitiva existió. Y si está probado, es un problema para los dueños del cable, por más que después se reencause, el delito estuvo.

¿Es mucho el dinero que se ahorra un cablero haciendo esto?

No. Es un dolor de cabeza para él, para su empresa, su comunidad, para su familia. Obviamente es algo marginal. En una sociedad existen estas cosas y hay que combatirlas.

Pero no es decisivo para que un legal lo haga en términos económicos...

No porque la forma de comercialización nuestra toma en cuenta la cantidad de abonados. Por lo tanto esto es una conducta humana no social. Ese es el problema.

Ustedes manejan el problema más en privado, ¿existe la posibilidad de que revierta su posición y no se termine con el decomiso de la estructura?

Si, existe, depende de la conducta del cablero. Los cableros se detectan en seguida cómo van a reaccionar. En general, cuando va un vendedor y, a pesar de que hace mención de que viene a hablar con el dueño, y si este no aparece, elude al vendedor a pesar de los llamados y la espera, es indudable que estamos frente a un individuo que no quiere modificar su conducta. Valoramos los avisos de los clientes leales. Que buscan que nosotros los ayudemos a cortar esta piratería. También es la responsabilidad con ellos, que son los legales.