Baja de aranceles e impuestos

El Gobierno busca aliviar a la industria de las telecomunicaciones

Henoch Aguiar apura un Plan de Competitividad para informática y tecnología. Es porque los empresarios quieren reglamentación. Economía calificó de “ilógico” el impuesto por el uso del espacio público que se debate en el Senado

En medio de una crisis económica que ya afectó sensiblemente a uno de los sectores menos vulnerables de la economía argentina, como el de las telecomunicaciones, el secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar, insistió a poner en órbita un plan de competitividad para el área de informática y tecnología. La idea es que se produzca una fuerte baja en los aranceles para la exportaciones, uno de los puntos más pedidos por los empresarios del sector y por el cual ya “se está trabajando apresuradamente”, explicó el funcionario. Aguiar realizó estas declaraciones en la inauguración de la sexta edición de la exposición “Comdex/Infocom Argentina 2001”, uno de los eventos más destacados del ámbito informático y tecnológico, que se realizó en la Rural de Palermo, entre el 3 y el 6 de julio. “Todos en el Gobierno entienden la necesidad de generar las condiciones de crecimiento para una Argentina Digital, porque si crece este sector también habrá un incremento en otros sectores de la industria. Este el momento de poner
energía para lograr los objetivos”, indicó el secretario de Comunicaciones. Aguiar precisó que “para lograr competitividad es fundamental bajar algunas cargas fiscales, pero éste es sólo el primer paso, el resto es perseverancia y unión”. Y respecto de cuándo se podría implementar un plan, señaló que “no hay un tiempo predeterminado, pero se está trabajando con varios sectores del Gobierno y de la industria para que salga cuanto antes”. Este aparente apuro en el Gobierno respondería a la firme intención de la industria, que ya puso de manifiesto sus pretensiones. Luis Perazo, presidente de la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA), alegó que “se deben reglamentar las actividades del sector, a la vez que rever la política arancelaria”, que grava con un 7 u 8% promedio cuando en otras naciones es neutro. Telefonía e impuestos En sintonía con Aguiar, el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Guillermo Mondino, también salió a hablar sobre el trabajo de la cartera en el ámbito. Un tanto más específico, el funcionario descartó que el gobierno esté elaborando un plan de competitividad para las telefónicas y sí confirmó la labor para el sector de tecnología que incluye algunas actividades de telecomunicaciones como Internet y contenidos. En el marco del congreso ‘La carga tributaria sobre el sector de las telecomunicaciones’, organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la República Argentina (AMCHAM), aclaró que se está trabajando sobre el plan de competitividad para las empresas de tecnología de la información (TICs), en el cual se incluyen “Internet y contenidos, pero no lo hay para telefonía ni básica ni celular”. Dijo que los planes tienden a apuntalar los sectores “que sufrieron el shock de pérdida de competitividad” y que son “comercializables”. La reacción del Gobierno es por la crisis que sufrieron las empresas punto com locales luego del quiebre en la sobre inflada burbuja digital que obligó a muchas a cerrar con la consecuente generación de más desempleo. Ahora, en una etapa de consolidación que impulsan Estado y privados al mismo tiempo, se espera que para 2003 las empresas de telecomunicaciones “vean mejoras gracias a la reforma tributaria planteada, que unificaría todos los tributos a dos impuestos: IVA y Ganancias. El funcionario reconoció ante las empresas presentes, las distorsiones que generan algunos impuestos especialmente provinciales y municipales, pero para corregir estas deficiencias “hay que llegar a una instancia de una nueva ley de coparticipación”, y esto no ocurriría antes de “finales del 2002 o en el 2003”, dijo. En cuanto al impuesto muni-cipal por uso del espacio público que se debate en el Senado y se espera una san-ción para los próximos días (grava con un 2 por ciento a la facturación de las empresas de telecomunicaciones), Mondino señaló que es “ilógico aumentar la carga tributaria”, pero prefirió no adelantar qué actitud tomará el Poder Ejecutivo en caso de aprobarse ese nuevo im-puesto. Estudio Plegado a las considera-ciones de Mondino, el economista jefe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Andrés Chambouleyron, le expresó a la agencia Télam que ese nuevo impuesto “no tiene justificación económica”. Chambouleyron, quien dirigió el estudio sobre el impacto de la carga tributaria en el sector de las telecomunicaciones, encargado por Amcham al Instituto, también ejerció funciones en la secretaría de Comunicaciones, aunque en breve pasará a trabajar bajo la órbita de Mondino, ex presidente de Ieral. En la primera parte de ese informe que aún no ha concluido, se trabajó sobre Córdoba, Mendoza, Santa Fe, la provincia de Buenos Aires y sobre Capital Federal y las ciudades de La Plata, Rosario, Mendoza, Córdoba, Villa María y Río Cuarto. El relevamiento sobre las alícuo-tas de ingresos brutos en las provincias, demostró que en Córdoba y Salta las empresas de telecomunicaciones pagan una tasa superior al resto de las actividades económicas. En el caso de Córdoba es del 6 por ciento para las telecomunicaciones contra el 3,5 por ciento para otras actividades y en Salta es del 5 por ciento contra el 3 por ciento. Para ejemplificar la situación el analista demostró que un cliente de telefonía fija de Capital Federal termina pagando en su factura un 26,7 por ciento sólo de impuestos en el caso de un residencial, si se trata de una empresa el monto sube al 32,9 por ciento y en el caso de un monotributista al 47,1 por ciento. Pero los peores casos se verificaron en la ciudad cordobesa de Villa María donde el consumidor residencial termina pagando un 32,9 por ciento de impuestos, la empresa un 39,5 por ciento y el monotributarista un 54,3 por ciento. En telefonía móvil los porcentajes que pagan los clientes en concepto de impuestos son aún superiores: 33 por ciento en Capital Federal para el residencial contra 37,5 en Villa María, 39,5 por ciento en Capital federal para la empresa contra el 44 por ciento en Villa María y 53,9 por ciento para el monotributarista porteño contra el 58,9 por ciento para la ciudad cordobesa.