El Comfer y los privados apuran la penalización de los clandestinos

Interferencias entre emisoras, ILS y otros sistemas

Carta de Lectores


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Senadores sancionaría la reforma al Código Penal

El Comfer y los privados apuran la penalización de los clandestinos

La urgencia de tener la ley fue clara: los emisores ilegales producen pérdidas millonarias en las empresas y en el propio Estado, amenazan la seguridad aérea y ocupan frecuencias que se necesitan para normalizar el espectro.

Burzaco, Ponzoni, Jenefes, Agundez, Caterbetti, Fontán Balestra e Italiano

En una clara advertencia al Congreso sobre los problemas que causan a los radiodifusores legales y al Estado miles de emisoras clandestinas que existen en el país, la cúpula de la radio y la TV privada apuró en Senadores de la mano del Comfer la “urgente” sanción de una ley que penalizará a los ilegales con hasta un año de prisión.
El proyecto ya tiene media sanción en Diputados y si bien hasta hace un mes aún existían divergencias en torno de su forma, ahora parece que sería inminente su sanción en la Cámara Alta, donde aseguran que la modificación al Código Penal será “en cuestión de días”.
La urgencia quedó de manifiesto el pasado martes 9 de abril en una audiencia pública en el Senado, donde los líderes del sector, la Asociación de Teleradiofusoras Argentinas (ATA), la Asociación Argentina de TV por cable (ATVC) y la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) argumentaron que la radiodifusión clandestina no sólo afecta a la seguridad, sino que provoca mermas millonarias en las empresas y hasta en el propio Estado ante la pérdida de recaudación.
Las cabezas de las comisiones de Asuntos Penales y de Comunicaciones, el puntano Jorge Agundez y el jujeño Guillermo Jenefes, respectivamente, escucharon y se mostraron de acuerdo con los reclamos de los privados.
Sin embargo, pese a que otros legisladores de la UCR y el Frepaso se habían mostrado reticentes a votar un texto tal como llegó, la ausencia de éstos en el salón de la reunión fue más que notable. Sólo la senadora Vilma Ibarra cuestionó algunos puntos periféricos en un salón repleto de asesores y personas vinculadas al sector, pero vacío de representantes que auspiciaban más cambios en la letra de la normativa.
En declaraciones a R&TA, Jenefes aseguró que “se procurará sacar un dictamen cuanto antes, ya que es necesario priorizar la urgencia en el tema y dejar de lado las objeciones. Además, si hay modificaciones, vuelve a Diputados y así se retrasará su tratamiento”.
Para el legislador, “la necesidad de esta ley también se funda en que va a ser un instrumento necesario para la normalización que exige hoy el espectro radioeléctrico, donde se produce la apropiación de frecuencias y la imposibilidad de regularizar a muchas de ellas ya que se encuentran ocupadas por clandestinas”.
En sintonía con el senador, el propio interventor en el Comfer, Carlos Caterbetti, confió a esta redacción minutos después de exponer su postura que advirtió en los legisladores “una predisposición total de aprobar la reforma del Código porque entendieron que el gran problema es la urgencia”. A lo que agregó: “Si se encuentra algún defecto de forma, éste puede subsanarse después”, sostuvo visiblemente más relajado que semanas anteriores cuando el proyecto estaba trabado.
En la reunión, Caterbetti sostuvo que la solicitud al Congreso de la sanción de la ley es con “un compromiso total y absoluto de normalizar”. El funcionario cree que si se liberan frecuencias que hoy están siendo utilizadas por las más de 6500 radios FM y 124 AM denunciadas como clandestinas gracias a la aplicación de esta ley, el Gobierno está a las puertas de la regularización total de la radiodifusión. “Es algo simple, rápido”, vaticinó a modo de convencimiento, mientras confió en que cuando salga la normativa, “muchos radiodifusores clandestinos solitos van a desaparecer y dejarán las frecuencias libres”.
Ahora, el hombre cercano al Presidente desde hace años espera que se genere un ambiente de “voluntad general” para entrar en la legalidad. “Si no hay voluntad, -dedujo- seguiremos otros 21 años haciendo las cosas mal como hasta ahora”.
Por otro lado, Caterbetti remarcó, en relación con las interferencias de radios FM al sistema de aterrizaje del Aeroparque, que “la urgencia también radica en que ahora empieza la época en donde es necesaria la utilización del ILS por el clima. Por eso es la premura”, puntualizó.
Entre las últimas acciones sobre el tema, el interventor informó que en una coordinación con Fuerza Aérea, la CNC y el Comfer, se produjo el intento de decomiso de FM Cumbia Latina (interfería permanentemente al Aeroparque). Pero tenía una medida de no inmovar y como continúa interfiriendo, el organismo radicó una denuncia penal en el juzgado federal N°5 a cargo de Norberto Oyarbide.
El problema con las interferencias en las estaciones aéreas no solo afecta al Aeroparque Metropolitano, sino que según le consta al Comfer, los aeropuertos de Salta, Jujuy, Mendoza, Córdoba, Rosario, El Palomar y hasta el Internacional de Ezeiza también tienen problemas.
Sin embargo, y pese a esta situación, diversas fuentes relacionadas con el sector aseguran que las interferencias de las FM son un tema menor en el caso de los ILS. Al parecer, según expresó una fuente a R&TA, el eje principal del tema radica en que el equipamiento “funciona a la mitad de su potencia, sus controles fueron realizados por empresas que proveyeron las antenas y la Fuerza Aérea, tal como lo confirmó EE.UU. en un informe, no mantiene sus sistemas de radiocomunicaciones en los niveles internacionales aceptables por estar desfinanciada”.
A su turno, el nuevo interventor en la CNC, Adolfo Italiano, dijo que “tiene que haber una figura jurídica que se haga responsable de las emisiones ilegales y confirmó que el caso Aeroparque se tomó “como prioridad en las acciones de decomiso”.
En este sentido, explicó los problemas al momento de efectuarlo, ya que se encuentran con trabas jurídicas producto de acciones de amparo, hay filtración de información que trunca las acciones y hasta han llegado a presenciar amenazas de suicidios si procedían a secuestrar los equipos a un clandestino.
“La situación es tan complicada –expresó Italiano- que se debilita el funcionamiento de los organismos de control. Por eso creemos que es fundamental tener una normativa legal que respalde la tarea de la CNC en un tema histórico, ya que nunca se asignaron emisoras de manera racional y hasta la propia Iglesia y los municipios se ponían a transmitir con parámetros descontrolados”, concluyó.

Los reclamos de las licenciatarias

Entre el sector privado, el abogado penalista y presidente de ATA, Carlos Fontán Balestra, sostuvo que “este nuevo tipo penal que se introducirá abarca absolutamente todas las posibilidades de comisión del delito”. Según comentó, como letrado no pudo hasta ahora encontrar en el Código alguna manera de introducir la violación que significa el robo de una señal.
El ejecutivo comentó que hace dos años la asociación presentó 22 denuncias de emisoras clandestinas y jamás obtuvieron resultados positivos al respecto. “Nos sentimos desprotegidos y exigimos igualdad ante la ley, teniendo en cuenta que el 12% de nuestra facturación va al fisco en concepto de impuestos”, relató.
Más preocupado por los efectos negativos que la clandestinidad provoca en el cable, el presidente de ATVC, Walter Burzaco, aprovechó para dejar ante los políticos la sensación de un panorama donde hasta existe otra industria paralela de TV paga, pero trucha.
“Si bien la ley lo define al cable como un circuito cerrado de televisión, en realidad hoy es un circuito abierto a los delincuentes”, ironizó el ejecutivo miembro del operador CableVisión. Según datos de ATVC de 1999, en la Argentina hay unos 750 mil “enganchados” al sistema del cable propiciados por bandas organizadas que delinquen con el servicio. Si bien se cree que las cifras de hoy serían sensiblemente superiores debido a la crisis, la agrupación estimó en 360 millones de pesos la cifra que dejan de percibir las empresas y en más de 100 millones, la baja en la recaudación del fisco.
“La cara más oscura de este fenómeno –continuó Burzaco- son las bandas organizadas que comercializan ilegítimamente la señal. Los “clandestineros” conectan casas directamente y en algunos casos llegan hasta ampliar las redes de cable, vendiendo el servicio. Hasta hubo quien imprimía una revista para sus 500 abonados partiendo desde la conexión clandestina”, ejemplificó.
También se da el robo del equipamiento que se necesita para transmitir y la fabricación y distribución de los decodificadores truchos que se venden para burlar las señales codificadas. Sobre este punto reza el segundo artículo del proyecto de ley.
Por último sugirió que se sancione el tema “tal como llegó de Diputados” porque “ante nuevas tecnologías, nuevos delitos y estos se deben tipificar, ya que es imposible penalizar por analogía”, expresó.

La eterna lucha de las radios

El presidente de ARPA, el entrerriano José Ponzoni, no paró de arrojar datos para graficar hasta dónde la radiodifusión privada y legal aguanta la presión de la clandestinidad.
“Desde la apertura democrática hasta la fecha se han instalado más de 15 mil estaciones en AM y FM. Muchas de ellas cierran pero sus equipos son vendidos a nuevos intrusos del dial. En la actualidad hay operativas unas 6000 FM y unas 200 AM”, comentó.
Pero su asociación detecto que la Argentina “obtiene el record mundial de 3000 radios clandestinas en un radio de 55 kilómetros” cuyo eje es la mismísima Capital Federal”. Es decir que hay 30 radios por frecuencia y se cree que el fenómenos de las AM ilegales va creciendo a tal punto que ya serían más de 120 las que se encuentran en esta situación. El panorama habría provocado, según Ponzoni, el “resquebrajamiento en los niveles de tarifas y comercialización del interior, ya que operando sin pagar impuestos ni salarios, regalan la publicidad y en muchos casos roban señales de Buenos Aires”.
Para ARPA, las clandestinas ocupan en Capital más del 20% de la audiencia y sus contenidos no son controlados y pese a que no tienen inserción publicitaria de medianas y grandes empresas, son sponsoreadas por organizaciones dedicadas a curanderismos, temas paramédicos, cultos, juegos clandestinos y bailantas.
Y como ejemplo que el sector privado está dispuesto a todo por tener la ley que castigue a los ilegales, el ejecutivo lanzó un dardo en medio de los senadores al comentar que había estaciones que son “operadas por políticos o allegados a políticos y que sobreviven directa o indirectamente por publicidad o aportes partidarios”. Nadie en la sala se animó a pedir más datos.


Interferencias entre emisoras, ILS y otros sistemas

Por Néstor R. Colavita *

A través de esta nota se tratará, en forma resumida, de dar una idea más profunda sobre el tema que hemos analizado en notas anteriores sobre interferencias, un problema que perjudica a otros usuarios del espectro radioeléctrico y a los propios radiodifusores.
El Comfer intimó a una serie de FM, muchas de ellas con licencia, a regularizar su situación, esto es a adecuar sus parámetros técnicos a la norma, en función de la categoría otorgada, debido a interferencias al sistema ILS, Instrument Landyng System, o sistema de aterrizaje por instrumentos del aeroparque de Buenos Aires.
Pero parece que con este tipo de medidas la problemática no se va a solucionar, pues no están atacando el problema tal como es. Más aún, con este tipo de políticas, no obtendrán ningún resultado pues las interferencias van a continuar. Personalmente, participé como perito ante causas judiciales sobre emisoras que, según la CNC, interferían al ILS.
En todas las mediciones in situ que se realizaron con instrumental apropiado se comprobó que los transmisores de dichas radios, que fueron cerradas por el Comfer, no generaban interferencia en la banda del ILS en cuestión, 109.5 Mhz.
Lo que hicimos en noviembre de 2001, fue antes que nada, analizar la potencia PRE del ILS, pues era el punto de partida para luego llegar a una conclusión seria y profesional ante la recurrida relación señal a ruido, especificada por la ICAO, en el receptor del avión.
Medimos una potencia muy por debajo de la que debería emitir el transmisor de 15 Wts, del ILS, algo que nos llamó la atención y tema que adjuntamos en la causa. Y un asunto que seguramente era el punto de partida a un cúmulo de posteriores interferencias, ya que al estar bajo el campo radiado del ILS, muchas señales (aunque débiles) podrían perjudicar la lectura en le receptor del avión.
Hay dos tipos de interferencias que inciden y generan el problema. Las del tipo A, que son las generadas por emisoras de FM de forma directa, o por productos de intermodulación de tercer orden o de reirradiación entre emisoras. El otro tipo, o las de categoría B, son los fenómenos generados en el propio receptor ILS de la aeronave, para lo cual hay recomendaciones de la UIT que deberán aplicarse. En zonas de posibles interferencias por emisoras de FM, se deberán utilizar en todos los aviones receptores PROTEGIDOS ¿Cumplen los equipos receptores de los aviones con este requisito? Por lo tanto, los problemas del grupo B, son responsabilidad del organismo que regula la aviación en Argentina para corregirlos. Los problemas del tipo A: cuando el Comfer le otorga una licencia a una emisora, el adjudicatario asume derechos y obligaciones ante el organismo.
Es importante recordar que el radiodifusor le debe exigir al Comfer que se respete su área de contorno protegido. Ello implica que en un entorno de varios kilómetros (dependiendo de la categoría), se mantenga la relación señal ruido especificada en la Res. 142/96. Esto le garantiza al radiodifusor que su señal no será interferida por ninguna emisora, y de esta manera, con la potencia o PRE otorgada, le alcanzará para los objetivos de cobertura buscados. Esto es archiconocido que no se cumple, por el exceso de emisoras ilegales que inundan el dial, y que salen de forma diaria sin ningún tipo de control. El radiodifusor es muy interferido, por lo que para mantener una aceptable calidad de recepción se ve obligado a incrementar su potencia, de lo contrario, no será escuchada su emisión, no venderá publicidad, y luego desaparecerá. Así de simple, un hecho de supervivencia, pues reconozcamos que a nadie le interesa quemar y pagar miles de vatios porque sí. Ante la inoperancia del organismo responsable en actuar, y limpiar el espectro, no le queda más remedio a todos que incrementar su PRE. Primero el Comfer deberá limpiar el dial, garantizar la inexistencia de interferencias y así todos bajaran las potencias. La obligación primero la tiene el organismo. Para concluir, los temas no son como se pintan. Hay responsabilidades compartidas y sólo si todos asumen la responsabilidad que les cabe, con un trabajo serio y profesional, se solucionará el conflicto. De lo contrario, habrá interferencias para rato. Para aquellos que deseen profundizar en el tema, solicitar mas información a sintel@ciudad.com.ar

* Ingeniero en electrónica y gerente de Sintel Electrónica. Consultor en Radiodifusión.


Carta de Lectores

Sr. Director de R&TA:

Tengo el agrado de dirigirme a usted para solicitarle tenga a bien publicar el texto de la presente en carácter de réplica al artículo de la página 10, del número 68 del 13 de marzo de 2002 titulado “ La otra cara del conflicto por el ILS”, firmado por Jorge A. Montenegro.

Motiva este pedido el hecho que en el articulo en cuestión, hay numerosas inexactitudes que es preciso aclarar por respeto a los lectores de su prestigiosa publicación.
El sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS ) instalado en el Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires, fue provisto por mi empresa, Mobira SA, el 6 de octubre de 1995, mediante un contrato con la Ex Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, quien adquirió el sistema que luego transfirió a la Fuerza Aérea Argentina. Es un Wilcox modelo Mark 10, el equipo estándar de los EEUU, único en la Argentina.
Este equipo reemplazó al viejo sistema Philips instalado en 1980, aproximadamente. A partir de aquí primeramente es necesario explicar algunos puntos, ya que la radionavegación aérea es un tema complejo y delicado que no puede ser tomado ligeramente.
Todos los sistemas de ILS se verifican cada 3 meses. La única forma de hacerlo es mediante una aeronave especialmente equipada en instrumental y tripulación, para controlar en forma completa e integral todos los parámetros de funcionamiento de la radioayuda. Esta responsabilidad corresponde al INAC (Instituto Nacional de Aviación Civil ) dependiente de la Fuerza Aérea.
En el caso particular del aeroparque Jorge Newbery esta verificación se hace siempre de noche por una cuestión de tráfico. Como es la estación aérea con más operaciones del país, para controlar el sistema de aterrizaje se requiere suspender la actividad aérea por varias horas. No hay otro tipo de razón particular como reza el artículo.
Llama la atención la explicación del Sr. Montenegro sobre una aventurada “menor interferencia” si se utiliza la frecuencia de 112 Mhz en vez de 109,5 Mhz. La planificación de las frecuencias de radionavegación es realizada por la Fuerza Aérea en colaboración con la CNC. En el área de Buenos Aires en unos 50 Km de radio con centro en Aeroparque funcionan 4 sistemas ILS y están planificados 2 más. Por lo tanto, no se puede cambiar las frecuencias por problemas de interferencia propia entre sistemas.
Debemos recordar que el ILS genera señales de guiado que son utilizadas en el espacio y no en la tierra. El punto receptor es una aeronave que se desplaza en una trayectoria creada por un haz de radio modulado de forma tal que compone en el espacio una señal estable en amplitud y fase. Por lo tanto, cualquier espuria o intermodulación en el punto receptor será suficiente para modificar la calidad de la señal y producir una presentación errónea o con interferencias al piloto.
El sistema de Aeroparque cumple todos los requisitos establecidos por la OACI en su fecha de habilitación y verificaciones periódicas posteriores (por lo menos hasta el mes de enero de 1999) cuando nuestra empresa finalizó los 3 años de garantía incluida en la venta del equipo. Es obvio entonces que cualquier otra señal o señales que superen la señal útil del ILS afectará su funcionamiento. Al respecto, creo conveniente aclarar que todos los sistemas se rigen por los mismos parámetros de calibración en todo el mundo de forma tal que cualquier aeronave puede utilizar el sistema en un determinado momento.
No puede entonces, existir condiciones especiales de operación (características técnicas especiales) para un ILS en la Ciudad de Buenos Aires. Así todos los sistemas emplean una potencia de salida de 15 watts estándar, la que se regula luego a las condiciones geográficas particulares de cada lugar. No puedo dejar sin embargo de mencionar que el sistema original provisto por mi compañía incluía una antena especial (denominada Redlich de amplia estructura) que fue afectada por el accidente del avión de LAPA en el mes de julio de 1999, cuando Mobira SA no tenía ninguna responsabilidad sobre el mantenimiento del sistema.
Luego, la antena fue reemplazada por otra de menor performance instalada en la actualidad. A mi juicio debería realizarse un estudio cuidadoso sobre la conveniencia de restablecer la antena original. Las interferencias comenzaron a aparecer en 1998 aproximadamente sobre la zona de Escobar. Luego se extendieron por un área más amplia. Vale decir que aún con la antena original los problemas comenzaron hace algún tiempo, pero probablemente la mayor ganancia y características de esta antena puedan mejorar la operación. Para terminar quisiera señalar desde un punto de vista totalmente personal que el inconveniente se solucionaría de inmediato si las emisoras cumplirían en su totalidad con las normas técnicas establecidas, comenzando por operar solamente equipos que cuenten con la respectiva homologación.
Si todas las radios funcionaran dentro de los parámetros técnicos, éste y otros problemas de interferencia no existirían. La radionavegación aérea no acepta ningún tipo de condicionamiento ni concesión de ninguna especie. Todos los ciudadanos la utilizamos a diario cada vez que viajamos por avión y ninguno de nosotros está exento que en determinada circunstancia, una interferencia incontrolada ponga en riesgo la seguridad. Entonces el tema no debe ser tomado con ligereza. Espero haber contribuido a clarificar el tema y el articulo en cuestión, poniéndome a disposición de las autoridades para asesorar sobre la solución de este inconveniente.

Saludo a usted muy atentamente

Marcelo Ippolito, Presidente de Mobira SA