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Mientras Multicanal y Telecentro impusieron aumentos de hasta el 10%, CableVisión eliminó las promociones con descuentos. Los costos en dólares incrementaron las erogaciones en un 150% en tres meses.

Jaqueados por la incertidumbre económica que provoca la devaluación, con deudas en dólares e ingresos en pesos, los MSO más poderosos del país no tuvieron margen para asumir los costos y ajustaron los bolsillos de más de 5 millones de abonados a la TV paga.
Tal como se preveía luego de un anuncio desde la Asociación Argentina de TV por Cable (ATVC), las empresas proveedoras Multicanal y Telecentro aumentaron entre un 5 y un 10% el costo del abono básico desde el 1° de abril. Otras como CableVisión, en cambio, desterraron las bonificaciones que gozaban sus clientes.
El ajuste, que llegó con las facturas del corriente, también estuvo acompañado por sendas justificaciones, donde los operadores intentaron tamizar la medida a través de una carta anexa a la revista de programación. Como si se hubieran puesto de acuerdo, los MSO no hablaron de un “aumento” en el costo mensual del servicio y prefirieron utilizar otro tipo de expresiones, como “adecuación” del abono.
Sin embargo, todos reconocieron la sensibilidad social ante la crisis y trataron de todas las formas posibles de “no disminuir” la oferta frente al impacto que las medidas económicas provocó en el sector.
Ronald Spina, responsable de comercialización de Multicanal, aseguró que la adecuación “está lejos de reflejar el real aumento de costos y es la mínima indispensable para garantizar la continuidad del servicio”.
En sintonía con su competidor, el director general de Telecentro, Raúl Aljanati, sostuvo que “el abono contendrá una adecuación de su valor, inferior a la necesaria para cubrir los incrementos de los insumos en dólares”, por lo que éste sufrirá el traslado de parte de este costo.
En diálogo con R&TA, el ejecutivo explicó que “en realidad se trata de la aplicación de una pequeña corrección en los valores para analizar, luego de la recaudación de abril, qué medidas se pueden tomar”.
Es decir que Telecentro, con la facturación en las manos, decidirá si el abono queda así o aún es pasible de un nuevo ajuste. Lo cierto es que la medida del operador, por más denominación que se intente probar, es un aumento real y efectivo que además tiene sus matices.
Porque mientras en algunas zonas del conurbano los abonados pagaron un peso más o la misma cifra de marzo, en barrios porteños como Palermo y Recoleta las facturas llegaron con más del 10% de suba concreta.
En tanto, el líder de Red Intercable, José Toledo, descartó un incremento en las tarifas de abril y confirmó ante un llamado de este medio que “la toma de decisión al respecto se va a hacer alrededor del 20 de este mes”.
La idea del grupo de operadores del interior es un ajuste que “rondaría entre el 10 y el 13 por ciento”, pero aún falta discutirse entre los socios sobre la base de los números que arrojará la facturación.

Un amigo en las malas

Por otro lado, y si bien mantiene el abono en 40 pesos, CableVisión apeló a un tomo más intimista con el cliente y le informó que los beneficios habían sido dados de baja. “Estas difíciles circunstancias, lamentablemente, nos obligan a modificar ciertas condiciones especiales de comercialización, tales como las promociones”, expresó la gerencia.
Ante la consulta de esta redacción, Marcelo Nachón, gerente de Relaciones Institucionales del MSO confirmó que “no se tocó el abono básico”, sólo se determinó que “las promociones no se renuevan a medida que se van venciendo”, lo que sería para el cliente un incremento del 5%.
Consultado por la posibilidad de un incremento en el básico, Nachón manifestó que “si tuviésemos certeza de que las variables macroeconómicas del país estuviesen estabilizadas, dado que no tenemos esa garantía, no puedo decir que vamos a hacer en el futuro.
Sufrimos un aumento de precios que es creciente mes a mes, nosotros somos dólares dependientes, la programación es en dólares, la tecnología es importada, por lo que se sufre especialmente el aumento del dólar”, graficó el ejecutivo. Esta empresa, a diferencia de sus adversarias, habilitó una dirección de correo electrónico (crisiseconomica@cablevision.com.ar) para que los abonados expresen sus comentarios sobre la situación de la TV paga. En tres meses de devaluación, según dijeron los propios operadores, el sistema de TV por cable vio incrementar sus erogaciones en pesos en más del 150% para hacer frente al tipo de cambio.
“¿Qué hicimos por nuestros clientes? ¿Qué hacemos por usted?”, se pregunta CableVisión. Y enseguida arriesga la respuesta: “Venimos absorbiendo, además de la devaluación, los fuertes aumentos de precios”.
Es que existen infinidad de componentes básicos para que el servicio llegue a la casa del abonado. Desde los materiales físicos y las redes externas hasta el mantenimiento de las cabeceras y los equipos electrónicos, que se cotizan en dólares. Cada vez más técnicos del sector sostienen que existe un problema de desabastecimiento general de mercancías y que los efectos de ello no tardarán en llegar.

Reacción por los aumentos

La senadora radical Marta Raso solicitó al Poder Ejecutivo que intime a las empresas de TV por cable a “mantener las tarifas, bonificaciones, promociones y descuentos acordados con los usuarios”.
En la iniciativa, la legisladora agregó que el Gobierno “debe convocar a una mesa de negociación a las empresas prestadoras de estos servicios para evitar el traslado a los usuarios de los aumentos provocados por la devaluación, de acuerdo al espíritu de la Ley 25.561 de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario”.
Para Raso, este incremento de tarifas “está encubierto en algunos casos bajo la forma de eliminar bonificaciones, descuentos y promociones violando los términos y condiciones de los contratos pactados con los usuarios”.
La senadora cree que de esta manera “se impactaría en forma decisiva en el índice de precios al consumidor produciendo un salto en la inflación de este mes”.

DirecTV incrementó un 13 por ciento

La empresa de TV satelital DirecTV aumentó desde abril un 13 por ciento el costo de los abonos básicos, que ahora quedaron en 49 pesos y no se descarta que en el futuro se produzcan nuevos ajustes, ya que ese porcentaje “fue lo mínimo posible que se pensó para no afectar la sensibilidad del cliente”, aseguraron a R&TA fuentes cercanas a la firma.
En una carta enviada a los abonados, el director de marketing y programación, Alejandro Zunda Cornell, justificó el ajuste en “un profundo deterioro de nuestra moneda que afecta decididamente la estructura de costos de todas las empresas y la nuestra tampoco es una excepción”.
Según explicó, “toda la tecnología de DirecTV depende fundamentalmente de insumos importados, como así gran parte de nuestra programación, lo cual nos sitúa ante la dura realidad de no poder sostener por más tiempo nuestra actual tarifa de precios”.
Si bien la empresa tiene stock de productos como antenas y decodificadores, éstos no se cobran al cliente y su amortización se extiende a largo plazo gracias a la recaudación del momento. Y es ahí donde surge el desfase porque la entrada es en pesos y las obligaciones continúan a precio dólar.
También la renegociación de los contratos con las señales afectó los niveles de rentabilidad de DirecTV y fue en parte responsable de la nueva suba.

Repercusiones por la suba de la TV por cable

ATVC pidió esfuerzos “para
moderar el impacto”

En una carta abierta, el Consejo Directivo volvió a hablar de la suba aunque solicitó a la industria que se mantuviera “la accesibilidad del servicio”. Admitió que “es muy difícil pensar” que el alza del dólar “no se verá reflejada en los precios” y no descartó la baja del servicio en algunos puntos del país.

Luego de las declaraciones del presidente de la Asociación de Televisión por Cable (ATVC), Walter Burzaco, acerca de un inminente aumento en los abonos antes de que efectivamente se produjeran, la entidad volvió a insistir en el tema, pero esta vez solicitó a las empresas de la industria que se esfuercen “para moderar el impacto de estos mayores costos sobre sus clientes, con el objetivo de mantener la continuidad y accesibilidad del servicio”.
A través de una carta abierta, la entidad aseguró que “si bien es la sociedad en su conjunto la que padece los efectos de la crisis económica, es muy difícil pensar que aumentos en el orden del 150% en el dólar no se verán reflejados en los precios del servicio”.
De todos modos, el Consejo Directivo de la asociación dirigido por Burzaco manifestó que en estos días “aciagos” para la economía del país “valoramos que todas las empresas que componen la industria, desde las más grandes hasta la gran mayoría, compuesta por verdaderas PyMEs, estén realizando los esfuerzos” para que el “impacto” provocado por un aumento sea menor.
“La industria de televisión por cable tiene un alto componente de costos expresados en dólares o sujetos a la variación del tipo de cambio: señales, equipamiento y deudas. Por ese motivo, de mantenerse la tendencia económica actual, la industria no puede sostenerse con tarifas pesificadas uno a uno, haciendo frente a sus obligaciones en dólares a la cotización del mercado libre”, sostuvo ATVC en un claro llamado a los empresarios del sector para atenuar las consecuencias de una suba. Según la asociación, “la industria ha sufrido un inigualable y prolongado contexto recesivo, que repercutió gravemente en los más de 800 operadores de cable del país, pero el impacto sufrido en estos primeros meses del año ha sido aún mayor”, a partir de las nuevas medidas económicas implementadas por el Gobierno.
Además, la cúpula de la entidad admitió que la “estabilidad” de las compañías está siendo “seriamente amenazada” por el establecimiento de “sucesivas cargas impositivas” y advirtió que “hoy en día”, “peligra la efectividad” de los acuerdos que apuntan a mantener el precio de los abonos, como es el caso de los “convenios de competitividad” con el Gobierno, ante “anuncios de inminente derogación”.
En tanto, no descartó la baja del servicio en los lugares más marginados del país: “En muchas localidades, la televisión por cable es la única opción cultural y de entretenimiento para las familias argentinas. Pero la situación actual que vive el país está poniendo en riesgo la propia posibilidad de subsistencia del servicio en las comunidades a las que sirve”.
En la carta abierta que escapa a su mensaje institucional habitual, la entidad afirmó que la televisión por cable es una de las industrias “con mayor presión impositiva” en la economía nacional: “además de los impuestos de orden general, soporta cargas específicas como el gravamen del Comfer, Ingresos Brutos, tasas de espacio aéreo y contribuciones parafiscales”.
De todas maneras, el consejo directivo destacó la relación actual del precio-oferta que el servicio posee en la Argentina, teniendo en cuenta la variedad de canales que tiene a disposición el cliente en su abono básico.