Anularon un decreto
privatizador de Canal 7

Televisión argentina, ¿estatal o privada?



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Le restituyeron la señal LS82

Anularon un decreto
privatizador de Canal 7

Lo firmó Menem en 1995 y pretendía darle una nueva frecuencia para licitar la ubicación histórica de la emisora. Nunca se concretó por los gastos que implicaba el traspaso. Uruguay se quejó y ahora Duhalde reintegró la señal.

El presidente Eduardo Duhalde anuló el 30 de abril un decreto firmado por Carlos Menem en 1995 por el que se habilitaba el traspaso a manos privadas de la frecuencia de Canal 7 y alejó así el fantasma de la privatización de la ex ATC.
El fin de la medida que aspiró el ex presidente se concretó con la restitución de la señal LS82 luego de 7 años de estar vigente una disposición oficial donde se le asignaba el canal 4 a la estación estatal de televisión para así sacar a licitación su anterior ubicación. A través del decreto 702, el primer mandatario entendió que la ubicación establecida por su adversario político “obligaría al Sistema Nacional de Medios Públicos a realizar importantes gastos en la modificación de sus equipos transmisores y antenas, sin que ello significase ventaja alguna en el alcance de sus emisiones”.
Como desde 1995 el canal nunca realizó cambio alguno de adecuación en su estructura técnica, el Gobierno analizó que, dejar sin efecto una medida que jamás se llevó a su práctica, es al menos conveniente ya que no implica “pérdida de inversiones”.
En este sentido, la decisión se basa sobre la justificación de mantener una “frecuencia histórica”, al tiempo que señala a Canal 4 como una ubicación estipulada para funcionar desde La Plata.
Asimismo, una eventual aprobación del cambio de canal como propiciaba el menemismo también habría generado conflictos internacionales. Al parecer, el 4 es un lugar que afecta las radiocomunicaciones de Uruguay ya que existe una estación en ese lugar del dial en Montevideo, desde donde ya habían surgido voces de protesta por la intención de traspaso.
Por otro lado, diversas personalidades del ámbito de la cultura y el derecho ya habían hecho públicas sus manifestaciones en contra del abandono de LS82 Canal 7 y hasta desde la misma gerencia de la emisora siempre se mantuvo una postura contraria al cambio.
Consultado por esta redacción, el gerente de ingeniería de Canal 7, César Gerbasi, se mostró exultante por la decisión del ejecutivo al expresar que “esa cesión de frecuencia era una puerta abierta a la privatización para licitar el mejor lugar y dejárselo a un particular”.
Para el ingeniero, si se lograba pasar al Canal 4, “las emisiones iban a ser peores porque es una ubicación inferior en calidad desde todo punto de vista”. Para transmitir desde el 4 se requieren antenas de banda baja que no existen en Buenos Aires, por lo que, a juzgar por Gerbasi “hubiera sido una gran dificultad para el Estado mantener un canal en esa frecuencia”.

Televisión argentina, ¿estatal o privada?
Por Jorge Nielsen *

Todavía hoy subsisten dudas sobre quiénes participaron en la primera transmisión y quiénes eran los propietarios de LR3 Televisión Radio Belgrano.
La misma fecha de inicio de la televisión argentina está en controversia. Muchos sostienen que fue el 17 de octubre de 1951; otros el 3 de noviembre, primera transmisión oficial, con publicidad incluida. Otros que fue para fines de noviembre, y que lo anterior fueron apenas ensayos.
Opinamos que la televisión argentina nació el 17 de octubre de 1951. Una maravilla técnica para la época, un acontecimiento político de máxima importancia, continuidad en las transmisiones hasta la primera emisión oficial, espectadores que se agolpaban entusiastas frente a las vidrieras para apreciar la novedad, son argumentos suficientes para justificar nuestra elección. Aunque lo que se emitía pueda ser considerado borradores o esbozos, algunos medios consignaron, escuetamente, sus títulos y protagonistas.
La cosa se complica cuando hablamos sobre la propiedad de los medios. Por supuesto que ningún diario o revista de la época consignó nace la televisión argentina, privada o primera transmisión de la televisión estatal argentina. Era algo implícito. Pero ¿qué era lo implícito en octubre de 1951?
Pablo Sirvén en “Perón y los medios de comunicación (1943-1955)”, señala que todos los diarios importantes, salvo La Nación, estaban en manos de figuras del peronismo. El 18 de abril de 1951 se confiscó La Prensa. Otro medio no dependiente del Gobierno era Clarín, fundado en 1945 pero muy lejos de la importancia que tiene hoy.
El Gobierno controlaba las tres cadenas de radio (El Mundo, Splendid y Belgrano). Los antiguos propietarios se convirtieron, en su mayoría, en administradores o directores de las emisoras. En una palabra, de dueños pasaron a ser empleados del Estado con grandes sueldos. Algunos no aceptaron esa situación y tuvieron que irse. De otros, el gobierno decidió prescindir para reemplazarlos por gente de confianza.
Consultado, Nicolás Mancera opinaba que las radios y LR3 Televisión Radio Belgrano eran privadas: Radio Splendid era de Antonio Devoto y Benjamín Gache, con el ingeniero Guerrico como jefe técnico; Radio El Mundo era de la Editorial Haynes y Radio Belgrano de Jaime Yankelevich. Todos, de una manera servil, estaban totalmente al servicio del Gobierno. Pero la plata le entraba al señor Yankelevich, al señor Devoto y a la Editorial Haynes. La censura era absoluta.
Domingo Di Núbila, utilizaba el término paraestatal para definir la situación. Después de leer varios materiales sobre esta discusión Mancera varió su opinión y acuñó el término para privada.
He aquí nuestra hipótesis: la televisión argentina nació con una extraña mezcla de propiedad estatal y privada. Ni 100% estatal, ni 100% privada. La propiedad indiscutida de la señal es del Estado, no existen plazos de concesión, la legislación oscila entre inexistente y confusa.
Las radios y LR3 Televisión Radio Belgrano pueden operar únicamente con el visto bueno del Gobierno, incluyendo un férreo control de sus contenidos. Pero quienes generan esos contenidos y crean los programas son particulares, en general amigos personales y políticos de los principales dirigentes peronistas, incluyendo al propio general Perón y, en los tiempos fundacionales, Eva Perón. Reformulamos la pregunta. ¿Quiénes hicieron la televisión en esos primeros años? Empresarios privados, con un férreo control estatal, y con negocios de dudosa transparencia. Y, fundamentalmente, los artistas, periodistas, locutores, técnicos, obreros, administrativos. Como ayer, hoy y mañana.

* El autor es escritor. El texto es un extracto del capítulo ¿Estatal o privada? Del su libro Televisión Argentina (1951-1975), Ediciones El Jilguero. e-mail: almamater@netizen.com.ar