“Soy periodista y empresaria
con cultura de obrera”

Un festejo a puro humo

Los nuevos, los de siempre


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Entrevista con Gloria López Lecube

“Soy periodista y empresaria
con cultura de obrera”

La creadora de FM La Isla 89.9 habla de estos diez años al frente de un proyecto que siempre llevó su propia marca.

Gloria López Lecube

La dueña de la empresa ultima los detalles de una invitación. Acaba de discutir con un político y se pone al frente de una campaña solidaria. La esperan para pasarle un llamado familiar y enseguida organiza el menú para compartir el Mundial. Piensa en los gastos del mes, corrige los trazos de un logotipo y hasta se hace tiempo para mirar el cielo azul desde su oficina de Palermo Chico.
Dice tener una cultura de obrera en el trabajo diario. Pero también saca a relucir a la periodista sin pelos en la lengua que logró construir su propia imagen. Siente con el pulmón el sello propio en todo lo que la rodea. Y le gusta contar sobre el consenso que alcanza en el selecto grupo de empresarios que decide en la Argentina.
Es coqueta y adora la televisión. Se deja ver al lado de los dos últimos Presidentes del país. Y reconoce que la crisis le impide desarrollar su ambición de crecer. Esa misma crisis que no la volteó, pero que la llama a reflexionar sobre un micrófono pluralista que ella misma se encargó de diseñar.
Siempre a su medida.
A Gloria López Lecube, la mujer que siempre prefirió resguardarse de quienes pueden comprar sus palabras, le parece mentira que su FM La Isla esté a punto de cumplir 10 años.

¿Qué tiene en cuenta al momento de analizar esta década en el dial?
Un economista me dijo hace poco que una pyme que haya nacido en los 90 y hoy esté viva es un milagro. Porque después de tantas crisis, que una empresa aún sobreviva, es extraño. Pero para mi en el fondo es fruto de un esfuerzo y no de un milagro. No sólo mío sino de la gente que ha trabajado en la radio.

La Isla 89.9 nació ni bien despuntaba el invierno de 1992, en un monoambiente de Junín al 900. En pocos metros se disponían los locutores y técnicos hasta que se pudo anexar el departamento vecino y así comenzó a crecer sin parar. Desde 1998, dos estudios y salas de edición con la mejor tecnología brillan entre el minimalismo decorativo del sexto piso de Salguero al 2700. El audio sale límpido en un radio que va desde Lanús hasta el fin de la zona norte del conurbano. Y el eje Puerto Madero-San Isidro es clave para articular el mensaje.

¿La radio tiene un perfil económico y está dirigida a gente de nivel ABC1 desde que se creó?
La única fórmula que esto anduviera es haber sido dirigida a la gente ABC1. Hay muchos dirigentes de empresas que nos escuchan. Nació como una radio pensante, dirigida a los que toman decisiones.
Siempre se pensó para un nivel socioecómico alto. Porque no es una isla donde los demás quedaran afuera, sino porque es una isla de pensamiento, de vanguardia, como un puente hacia el mundo.
La programación siempre giró sobre dos intereses: la política y la economía. No hacemos la información inmediata de un móvil. Hablamos de análisis.

¿Y cómo fue crecer de manera independiente hablándole al sector dirigente?
Cuando empecé con la radio y pensaba en tener un medio independiente y libre me pregunté: “¿Cómo voy a recurrir justamente al empresario para eso?”. Era mi gran duda. Entonces después me surgió la respuesta: “En algún lugar, ellos piensan igual que yo”. Y ahí entendí que yo iba a ser el reflejo de los empresarios y ellos iban a bancar este proyecto.

Según concluye un estudio de mercado, un 65% de las entrevistas están dedicadas a temas de economía y empresas. Por mes, unas 510 personalidades del ámbito económico, empresario y financiero aparecen en el éter de La Isla. Perciben en la radio confianza y claridad para tratar los temas. De ahí que un 18% de los empresarios eligen al programa de López Lecube, (“Lo mejor y lo peor” de lunes a viernes de 7 a 11) como el ciclo informativo de la mañana con mayor creatividad, ubicándolo en segundo lugar de preferencia por su propuesta artística. Y un 22% sostiene que es la periodista que mejor establece las relaciones entre la economía y la política.

¿Cómo se insertó en el mundo empresarial?
Sin problemas. Yo tengo una combinación de muchas personalidades. Soy empresaria, periodista, tengo dos títulos universitarios, entiendo mucho de economía. Siempre tuve mucha presencia en toda la actividad empresaria que hay en el país. Nunca he estado ajena del Coloquio de Idea, de la UIA, de los viajes del Presidente con empresarios. Puse mucho de mi en eso.

Usted siempre dice que no se calla nada, pero ¿qué hace cuando hay que tratar una falta de una empresa que a su vez es un anunciante?
Me sentí presionada muchas veces, es verdad. He dicho cualquier cosa en contra de una empresa que acababa de auspiciarme. Pero en un solo caso me bajaron la publicidad.

¿Y cómo lo resolvió?
Fui a un cóctel y lo encaré al presidente de la firma: “Yo no tengo porqué estar de acuerdo con vos con lo que hacés”, le dije. “Esto no es una causa para que me retires la publicidad porque yo nunca vendí mi palabra ni la voy a vender. Yo no sabía que me estaba comprando mi palabra”, le advertí. Al otro día tenía el aviso de vuelta.

¿Se puede ser independiente y exitoso en las finanzas al mismo tiempo?
La Isla es un proyecto idealista más que económico. Vivo de la radio y reinvertí lo que gané en ella. Yo sostuve una programación para mantener el mensaje, el prestigio y la independencia. Mi objetivo no era la plata solamente.

¿Cuál era el principal?
Yo puse una radio para poder hablar libremente. Defendí la programación al no vender los espacios. Quería que todo tuviera mi estilo para no sentirme extraña en el medio que yo misma había creado. Y así perdí una fortuna. Porque haber vendido la programación hubiera sido mucho más rentable, pero también hubiera sido un supermercado.

¿Cómo está la radio en cuanto a las finanzas internas en épocas de crisis?
Uno de los problemas de esta radio es que la mayoría de la plata que entra es por mi programa (Lo Mejor y Lo Peor, de 7 a 11). Yo sostengo toda la emisora. Desde el punto de vista económico nunca ha sido una buena fórmula. Pero por suerte el balance es súper positivo.
Hemos tenido épocas de bonanzas donde la publicidad venía sola y hasta podía dormir la siesta. Hoy hay que estar detrás de los anunciantes todo el tiempo. Agradezco haber podido comprar todo el equipamiento antes, porque hoy reinvertir en calidad de audio en una FM es imposible.

¿Cómo es ser periodista y empresaria al mismo tiempo?
Es un lío. Porque yo a las 11 y media de la mañana siento que no hice nada, que no trabajé. Es porque hice de periodista y no de empresaria, donde se toman decisiones todo el tiempo sobre el personal, la administración, la programación, la publicidad.
Yo firmo los cheques y veo en qué se gasta la plata. Sino, no hubiera sobrevivido esta radio.

Ganó dos licencias de AM. ¿De qué manera se integrarán al proyecto?
La isla tiene estilo AM, con muchas palabras y un poco de música. Las AM que tengo ( 1540 para Capital obtenida en 1999 y la 1630 para La Plata durante la gestión de De la Rúa) están al compás de esta crisis terminal. No las puedo lanzar cuando la inversión se tiene que hacer en dólares. Este proyecto se retraza en función de las expectativas que yo tenía el año pasado. Antes era factible tirarse a la pileta. Hoy está vacía.

¿Cuál es el objetivo para este año?
Cuidar mucho la programación, sobrevivir, pagar los dos aguinaldos...

En 1995 hizo televisión por cable, ¿le gustaría volver o piensa en otros destinos?
La TV es mi vocación. Siempre quiero volver y ahora estoy empeñada en eso. Pero este proyecto siempre me absorbió mucho en mi vocación. Es otro diálogo, otro lenguaje. Me encanta. Si fuera por mi quisiera ser Clarín. Me gustaría tener una revista, etc. pero hoy las posibilidades reales son otras.

Estar al tanto de todo...
He trabajado, más que pensado en cómo hacer crecer esto. Soy más una obrera que una jefa. Soy una mujer de trabajo y me meto en todo. No estoy afuera pensando con qué tipos voy a hacer un negocio. Tengo una cultura de obrera. Cuando me aíslo un poco y estoy en mi casa se me ocurren un montón de cosas para poder crecer. Pero las hago siempre acá, en el trabajo diario. Tengo muchas materias pendientes. Mi grave defecto es que a veces pienso en chiquito.

¿Cómo es eso de pensar en chiquito?
Claro, estar en el trabajo diario de la radio. Yo digo qué, cómo, dónde hacer cada cosa. Soy una organizadora, corrijo las cosas, les cambio el diseño a todo. Eso tiene una contra grande que es el hecho de estar metida en todo.
Hoy me llamó un oyente y me dijo que va a venir con la plata para ir al Mercado Central a comprar lo que necesitan en Jujuy. Y voy a ir con él, porque se ofrece a llevarme y soy yo la que inicié la campaña solidaria en la radio. Si no fuera sería de cartón.

¿Alguna vez dijo basta, me cansé de hacer de todo por el proyecto?
Siempre tenés momentos de baja energía. Yo no puedo decir que estoy mal. Estar mal hoy es no tener qué comer.

¿Por eso se puso al frente de una cruzada solidaria?
Empecé con las campañas solidarias porque no me aguantaba más. Yo creo que el periodismo de hoy son conferencias. En los programas políticos se escucha pero no se hace. No se puede más hablar de la pobreza cuando se está bien y no se hace.
Nuestra próxima asignatura es lo concreto. ¿Cómo podemos permitir que nos digan tantas pavadas sin contenido? ¿Cómo podemos permitir que legisladores en vez de hacer acciones concretas se la pasen haciendo campaña en sus provincias? Hay algo que no cierra, no va.

¿De qué manera construyó su propio estilo, donde usted dice que es directa, honesta y creíble?
Siempre me acuerdo de lo que me dijo un oyente, hace mucho: “Yo te empecé a creer a vos cuando decías que hay 16 grados de temperatura y se te iba la voz”. A lo que yo le pregunté: “¿Por qué decis eso?”. Y me contestó: “Se notaba que tenías una ventana atrás”. Y es así, desde ese momento, cada vez que hablo de cómo está el tiempo, miro al cielo. El oyente se dio cuenta que yo era de verdad sólo por eso.

Un festejo a puro humo

El 25 de junio, entre cigarros y música de cabaret, López Lecube agradecerá los auspicios que le permitieron decir todo lo que se le pasó por la cabeza. Y de inmediato les reconocerá al oyente el “haberse visto compenetrado de un estilo bastante particular y distintivo”.
Así será el festejo de los 10 años de La Isla, en La Trastienda y con todo el glamour de “Smoke”, el espectáculo de music hall que dirige Aníbal Pachano. Entre amigos y allegados, la hacedora de La Isla recordará su nominación al Martín Fierro, los periodistas que pasaron por el micrófono y los que están, construyendo a diario repercusiones y anécdotas.

Los nuevos, los de siempre

La incorporación de Luisa Valmaggia a La Isla cierra un trío femenino que piensa dar batalla a la mañana y la tarde del dial. La periodista ocupa el segmento de 11 a 13, después de López Lecube y le entrega la audiencia a Betty Elizalde, en “Siempre Betty”, de 13 a 16.
Mientras, la programación se llena de economía con Jorge Zicolillo en “Soltando Amarras”, de 17 a 18 y con Horacio Solá, quien de 18 a 21, impone su “Estilo Empresario” para la vuelta a casa. Después, un poco de entretenimientos, gastronomía y golf en “Te vas a acordar de mi”, con Adrián Yospe y Marcelo Bermúdez. Ellos dejarán el aire para la pasión, signo distintivo de “Química, emociones nocturnas”, un ciclo erótico para adultos, de 23 a 24.
Durante los fines de semana, no faltan más detalles económicos con Silvia Naishtat y equipo (sábados de 11 a 12), mucha ecología los domingos a las 9 y hasta un nuevo ciclo sobre la radio y la TV, conducido por el periodista Pablo Hecker, los sábados de 16 a 18. También se hacen lugar el cine, los deportes, algo de poesía y mucho humor.