R&TA :: PANORAMA | PAGINA 19


> La contienda de la TV en Argentina y el mundo
> Cuando el teatro se traslada a la pantalla

 

LOS CONFLICTOS Y LAS CONSECUENCIAS QUE DESPERTARON LA COBERTURA DE LA GUERRA

La contienda de la TV en Argentina
y el mundo

Aunque la guerra en Irak despertó conflictos, fuertes competencias y pérdidas millonarias en la televisión mundial, en Argentina también potenció los géneros noticiosos con ratings que superaron las estimaciones previstas. Así, mientras la CNN aún busca la manera de recuperar los 200 millones de dólares perdidos por ingresos publicitarios, los canales locales pelearán por mantener los niveles de audiencia obtenidos en los puntos más álgidos de la guerra. Apenas unas horas más tarde de haber comenzado los primeros ataques, las cadenas norteamericanas ya empezaron a sufrir bajas en la publicidad. Es que un buen número de empresas que no querían verse involucradas con la imagen del conflicto decidieron suspender su pauta. De todos modos, las pérdidas no fueron tan abultadas de acuerdo con las estimaciones de algunos analistas, que esperaban una caída de más de 400 millones de dólares. A esta pérdida se suman los fuertes gastos que demandaron la cobertura de la guerra. El envío de corresponsales y la implementación de nuevas tecnologías para una transmisión de mejor calidad también contribuyen a que las ganancias del primer trimestre del año resulten más bajas a las esperadas por las cadenas norteamericanas. Pero los grandes canales no sólo intentarán recuperar los ingresos perdidos durante el conflicto bélico. Señales como CNN también buscarán remontar una imagen tildada de tendenciosa. Para eso, el canal de cable dedicó parte de su programación al lanzamiento de un ciclo que busca mostrar el costado humano de la guerra con imágenes que también muestra el sufrimiento iraquí como consecuencia de la contienda. “La cara humana” es el nombre de este programa (lunes a viernes a las 21.30) que se ganó un horario central en la pantalla de la señal. Conflictos La contienda también se trasladó a la TV internacional a medida que avanzaban los ataques en Irak. En Wall Street revocaron las credenciales de dos periodistas de Al Jazeera, la cadena de televisión árabe. Y aunque el vocero del centro financiero, Ray Pellechia, argumentó “razones de seguridad” para tomar esa decisión, el canal adjudicó el hecho a la forma en que se estaba cubriendo la guerra. A escala local, la cobertura de la guerra suscitó otro tipo de conflictos. Accion Group, representante de Televisión Española en la Argentina, reclamó a los canales de noticias locales que se abstengan de emitir imágenes “sin el permiso correspondiente”. Muchas de las escenas del conflicto que llegaban directamente desde Irak no eran proporcionadas por corresponsales argentinos, sino que provenían de otras señales internacionales como CNN y TVE. Por este motivo, las cadenas comenzaron a reclamar la falta de autorizaciones para poner en pantalla estos materiales. La otra cara La revalorización de los géneros noticiosos se presenta como la contracara de este conflicto a nivel local. Con un fuerte aumento en los niveles de audiencia, los programas dedicados a cubrir la guerra pasaron a protagonizar la pantalla argentina. Telenoche, el noticiero que se emite a las 20 por Canal 13, llegó a ser el ciclo más visto de la TV hasta la llegada de Susana Giménez a la pantalla en el mismo horario. Telefé, por su parte, lanzó “Diario de Guerra”, un programa temático dedicado exclusivamente a la contienda. El ciclo alcanzó un promedio de más de 10 puntos de rating, una audiencia inusual para un noticiero que se emite a la medianoche. América, en tanto, posee dos ciclos informativos con sólo dos horas de diferencia: “América Noticias”, que se emite a las 19; e “Informe Central”, que va a las 21. Con la inclusión de detalladas producciones sobre la guerra, ambos supieron cosechar el visto bueno del público, teniendo en cuenta el rating promedio de este canal de aire



> Cuando el teatro se traslada a la pantalla

Este mes, Space dedicará parte de su programación a las obras teatrales que llegaron a la pantalla grande. “Del teatro al cine”, que se podrá ver los lunes a la medianoche, será el ciclo que se encargará de exhibir algunas de las adaptaciones que circularon por el mundo del séptimo arte. El 21 será el turno de “Decadencia”, un film que plantea un nuevo desafío, ya que es el propio autor quien se encarga de plasmar en la pantalla grande una historia originariamente creada para su representación en el ámbito teatral. Adaptada al cine y dirigida por el propio Steven Berkoff, “Decadencia” transcurre en torno a personajes de la aristocracia. Como cierre del ciclo, el 28 se emitirá “La maldición de los pobres”, una versión fílmica de un texto de Sam Shepard, actor y realizador cinematográfico. James Woods y Kathy Bates protagonizan este drama sobre un matrimonio con dos hijos que vive en su granja, pero que desea cambiar de vida. Mientras asisten a la desintegración familiar, cada uno de ellos buscará a ciegas un modo de acercarse al estilo de vida imaginado. La única mirada lúcida sobre la cuestión la aporta el hijo mayor, que mantiene una distancia entre prudente y cobarde