R&TA :: DEBATES | ED. 84 > PAGINA 14


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La Radiodifusión Emergente

Opinión Por Jorge J. Zaffore

El mejoramiento de la situación del sector es una cuestión de Estado. Pero su historia está signada por el bloqueo al libre acceso. Nunca fue tratado como un derecho a comunicar, sino a “explotar” una licencia. El mejor radiodifusor casi siempre fue el mejor amigo del poder. Sin embargo, existe una multiplicidad de fuerzas que pujan por ver a la radiodifusión en camino ascendente.

Radios libres, truchas, independientes, clandestinas, comunitarias, ilegales.... Según la intencionalidad de cada quién, será el nombre con que se bautice a un fenómeno comunicacional que está por cumplir 20 años sin que encuentre un cauce legal e institucional adecuado, pese a que tiene una profunda e insoslayable encarnadura sociológica. Esa tarea que hace a la democratización de la información social argentina no se podrá realizar si no se encara el tema con realismo, palabras claras y honestidad. Es una Cuestión de Estado. Creo, dicho de otra forma, que si no se revela lo que debe decirse, si no se desoculta lo que debe salir a la luz, sino se habla con la verdad, el país seguirá con una radiodifusión caótica, donde escuchar radio, principalmente FM, suele ser totalmente azaroso y donde ejercer el derecho a radiodifundir es un imponderable sujeto a cualquier presión o avasallamiento, incluso “legal”. Para ello me parece que lo primero es adoptar un nombre representativo del fenómeno; luego hablar sobre sus causas, los intereses y derechos involucrados. Pero no se trata de ponerle cualquier nombre. Para ello debemos reconocer que la radiodifusión no tradicional constituye un fenómeno muy profundo que ha emergido con mucha fuerza pese a las incomprensiones y a los intereses sectoriales. Por ello, llamarla “Radiodifusión Emergente” es por completo adecuado porque representa las causas y orígenes reales del problema y, principalmente, de qué tipo de radiodifusión estamos hablando. Seguramente alguien debe haber utilizado esa denominación. La intención no es alcanzar la originalidad, sino encontrar un nombre justo. Es que la historia de la radiodifusión argentina está signada, paradójicamente, por el bloqueo al libre acceso a la radiodifusión. Sólo existió radiodifusión estatal y radiodifusión comercial. Nunca fue tratado como un derecho a comunicarse y a comunicar, sino del derecho a “explotar” una licencia. Aún es legalmente así. La cuestión siempre funcionó de la siguiente manera: El gobierno de turno (La separación entre Estado y gobierno solo ha sido teórica) detentaba el SOR (y en un momento las radios comerciales del estado) y establecía dónde se podían poner radios o estaciones de televisión y simultáneamente elegía al “mejor” radiodifusor a través de unos engañosos y artificiales concursos públicos destinados determinar lo indeterminable. El mejor radiodifusor casi siempre fue el mejor amigo del poder. Aún sigue siendo así. En teoría, sobre la base de la noción de servicio de interés público, el elegido ejercía la radiodifusión poco menos que en nombre del Estado; a cambio se le otorgaba una reserva del mercado publicitario y, lo que es mucho peor, del mercado comunicacional. El mecanismo se reforzaba mediante la entonces cuantiosa inversión publicitaria del Estado, siendo TELAM la principal encargada de canjear noticias e imagen gubernamental por publicidad. Consecuencia: muy pocas radios y canales pero, eso sí, felices y sensibles al poder. A comienzos de los ´80, los medios privados eran tan rentables como escasos. Existían unas 75 radios AM (la FM, al revés del resto del mundo no “medía”) y 30 canales de televisión para todo este hermoso y enorme territorio que tenemos. De esta manera, las FM eran una “yapa” a las AM y no “medían”. Así las cosas, volvió la democracia junto con la transistorización y compactación de pequeñas estaciones FM. La sed de radio y televisión estalló; los políticos que intentaron modificar la legislación fueron bloqueados por los defensores del statu quo. Comenzamos viendo que los esfuerzos del Consejo para la Consolidación de la Democracia, que sus consideraciones no del todo felices, terminaron en un interesantísimo libro. Se dispuso la suspensión de la entrega de licencias, mediante el artilugio de suspender el PLANARA. Desde 1983 hasta estos días, decenas de proyectos de ley de radiodifusión, la mayoría más de lo mismo, naufragaron en el mar de las presiones sectoriales y las buenas intenciones. Los políticos se encontraban (y a lo mejor todavía se encuentran) jaqueados entre la necesidad de pluralismo comunicacional y su dependencia del poder comunicacional concentrado. Algunos años después del retorno de la democracia, en la lejana época en que me ganaba la vida como “lobbista”, un funcionario me dijo: “¿Qué quiere doctor, que al intendente de cada pueblo lo sigan eligiendo el dueño de la radio y el del periódico?”. Nunca, nadie me lo explicó tan claro y siempre le agradecí la confianza de decírmelo. ¿Y porqué lo de “emergente”?. Porque detrás de la falta de radios y canales había una multiplicidad de fuerzas y sectores, en una sociedad enamorada de la democracia y decidida a ser pluralista que, legítimamente, pujaba por emerger a la radiodifusión. Pequeños radiodifusores, organizaciones no gubernamentales, universidades, escuelas, asociaciones vecinales, iglesias, cooperativas y muchos otros, querían emerger. El cerrojo legal se los impedía. La realidad -entonces- no pidió permiso. Nunca lo hace. Esta vez, las consecuencias tampoco tardaron en llegar. Por un lado, el cable (con sus enormes problemas) como suministrador de televisión; por el otro la radiodifusión sonora “emergente”.

 

En un curso organizado por la UB y BBCMundo

Analizan el periodismo de riesgo y la corresponsalía extranjera

El propósito es hacer un desarrollo de las diferentes posibilidades que se pueden vivir, basadas en experiencias de los disertantes y otros casos significativos del periodismo en el mundo. Los encargados de dictar el seminario son el corresponsal de la BBC World Peter Greste; y el corresponsal de la BBC World Service (Radio e Internet) en el Mercosur José Baig.

Para el próximo viernes 26 y sábado 27 de septiembre, la Universidad de Belgrano y BBCMundo.com organizaron la charla “Corresponsalía Extranjera y Periodismo de Riesgo”, focalizado específicamente en los aspectos concernientes a la actividad periodística llevada a cabo en las condiciones especiales que se presentan en un país extranjero, tanto en tiempos de paz, o bien en situaciones de guerra o de acontecimientos que entrañan riesgos posibles para la realización del trabajo profesional y de la vida misma. El principal propósito del curso es hacer un desarrollo sistematizado de las diferentes posibilidades que se pueden vivir, basadas en experiencias de los disertantes y otros casos significativos del periodismo en el mundo. Los encargados de dictar este curso son el corresponsal australiano de la BBC World, Peter Greste; y el corresponsal uruguayo de la BBC World Service (Radio e Internet) en el Mercosur, José Baig. El viernes 26, la charla se prolongará desde las 18 hasta las 22, mientras que el sábado 27, el seminario se dictará desde las 9 hasta las 13. En cuanto a los contenidos, el curso contará con temas tales como las fuentes y su confiabilidad, la realización de informes, formas y estilos, la evaluación de los acontecimientos, el rol de los medios extranjeros en los acontecimientos y conflictos de un país, los conflictos armados, la perspectiva de las víctimas, la protección de los periodistas y aspectos de legislación.