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Reclamos y propuestas de la TV abierta
Telenovelas: un género para la exportación

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Se reunieron representantes de canales y asociaciones en el Comfer

Reclamos y propuestas de la TV abierta

Con el objetivo de analizar la situación actual de la TV en Argentina, el interventor del Comfer, Julio Bárbaro, llevó a cabo una reunión con autoridades de la Asociación de Televisoras Argentinas (ATA), la Cámara de Productores Independientes de Televisión (CAPIT), la Academia de Letras, la Cámara Argentina de Anunciantes y representantes de los canales de aire.
La reunión se produjo como resultado de una iniciativa de FundTV en la sede del Comfer. Acordaron en la necesidad de cuidar el horario de protección al menor y en promover la producción de programas de calidad. Por su parte, los representantes de los canales se quejaron por la falta de reconocimiento ante el gran esfuerzo realizado durante este año: señalaron que hay más programación de ficción nacional, que disminuyeron las promociones de programas fuertes durante el horario de protección al menor y que “casi desaparecieron” los programas de bajo costo centrado en el escándalo y los chismes de mal gusto.
Por otro lado, expresaron su satisfacción ante la mayor responsabilidad de los productores que ponen su marca en sus programas, ya que antes las multas eran asumidas por los canales.
Los ejecutivos del sector plantearon que hay mayores exigencias sobre la televisión, que sobre otros medios. En consecuencia, FundTV explicó que éste “no es una actividad comercial como las demás, ya que atraviesa espacios públicos como el aire y las calles. No es propiedad privada sino un servicio de interés público”.
“Los productores necesitan los espacios en los canales y la conformidad de los televidentes. Los canales necesitan a los anunciantes para sostenerse. Los anunciantes necesitan programas de calidad para prestigiar y promover sus productos, y todos, de un ente regulador que ordene con justicia esta actividad. Así, todos tendremos una mejor televisión”, señalaron desde la fundación. En tanto, Bárbaro admitió que las multas “no alcanzan” para mejorar los contenidos.  
Uno de los participantes de la reunión propuso la creación de fondos para subvencionar producciones, especialmente para el segmento juvenil infantil como se hace en Chile. Mientras, uno de los representantes de ATA expresó el disgusto por los ataques contra la televisión. “No queremos reuniones con los que hablan de TV basura; se hizo un gran esfuerzo y no es reconocido”, fustigó. Sin embargo, reconoció que la TV “está lejos” de lo ideal.
El presidente de ATA, Carlos Fontán Balestra, aseguró que la situación de los canales “no es buena financieramente. Por eso se busca producciones de bajo costo. Además hay un acoso impositivo y eso genera mayor dependencia hacia el Estado”.
Por su parte, el presidente de CAPIT, Carlos Rottenberg, manifestó que “es importante sacarse la careta y no hacer como en diciembre de 2001. Había muertos y un político decía Está todo bien”.
En tanto, el presidente de la Academia de Letras, Pedro Barcia, sostuvo que “demonizar los medios es inútil, pero tampoco hay que irse al otro extremo. Tiene que haber una libertad articulada con la responsabilidad. Me preocupa la pobreza y vulgaridad que hay en la gran escuela que es la TV actual. Si no enriquecemos los contenidos, ¿qué formación le estamos dando a los más jóvenes?”.
De todos modos, el sector dio a conocer las acciones que se están llevando adelante para lograr una mejor TV. Alejandro Romay ofrece 50.000 pesos para un premio al programa con mejor lenguaje; ATA realizó una investigación de 120 casos en varias regiones del país, sobre el impacto de la TV; la Cámara Argentina de Anunciantes hizo un estudio sobre la influencia de los noticieros; y América 2 encargó a la Universidad Austral una investigación sobre los valores en la TV.
Barcia prepara por estos días el Manual para el lenguaje de la TV y en Chile, la CNTV (Comisión Nacional de TV) distribuye 2 millones de dólares entre los ganadores de concursos para producciones televisivas para chicos y jóvenes.

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Se realizó un encuentro para analizar este negocio de la TV

Telenovelas: un género para la exportación

Con énfasis en los ejes “calidad, identidad, creatividad y globalización, se llevó a cabo el “Primer Encuentro sobre Telenovelas”, organizado por Tea Imagen, junto con “TVMAS Magazine” y la consultora “Medios & Comunicación”.
El encuentro estuvo organizado en dos mesas: “Difusión y comercialización” y “Producción y realización”. La primera de ellas contó con la presencia de Silvana D´Angelo (gerente de Ventas de Telefe Internacional), Hugo Di Guglielmo (presidente de HD Consultora), Javier Furgang (director de Furgang Comunicaciones), Adriana Bruno (editora de televisión del Diario “Clarín”), Nora Mazziotti (investigadora) y Amanda Ospina (directora de TVMAS, quien también coordinó a los panelistas).
Según D´Angelo, “Telefe Internacional comercializa desde hace 10 años todo el catálogo del canal, compuesto por distintos géneros y formatos. A pesar de eso, lo que más se vende hasta el día de hoy es la telenovela. Es por eso que nos preguntamos si se debe producir en función de la pantalla local, de la exportación o si se pueden conjugar ambas producciones. La tendencia es generar ambos productos”.
Los latinoamericanos son los únicos que producen telenovelas. Y sólo Telefé vende aproximadamente 30.000 horas al año. “Nuestro desafío hoy es crear un sello argentino”, señaló la gerente de Ventas.
Por su parte, Di Guglielmo resaltó que la Argentina tiene “una gran ventaja, que es un costo producción muy accesible, que no tuvimos durante toda la década del ´90. Y tenemos también varias figuras conocidas internacionalmente. Pero nos falta una tradición y una continuidad de estilo que sí tienen otros países”.
Mazziotti fue concisa: “si no se tienen buenas historias para vender, no funciona. Van a preferir México o Brasil, que son países que asumen que hacen telenovelas, asumen que es la industria que hace crecer a la televisión y quizás por eso las hagan bárbaras”.
Bruno se encargó de hacer un mea culpa de la profesión al sostener que “los periodistas critican a la telenovela precisamente por las características que la constituyen como tal.

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