R&TA :: LANZAMIENTOS | ED. 82 > PAGINAS 20 y 21


> National Geographic estrenó documental de “El Hundimiento del Belgrano”

 

A 21 años de la guerra de Malvinas

National Geographic estrenó documental de “El Hundimiento del Belgrano”

> La expedición partió con un único objetivo, encontrar los restos del ARA General Belgrano, derribado por el submarino británico Conqueror, con un saldo de 323 argentinos fallecidos. Las malas condiciones meteorológicas dificultaron la búsqueda y la expendición no logró hallar al buque. Aún así, el canal puso en pantalla una producción que revela la historia y convivencia de sobrevivientes de dos países enfrentados por la guerra de Malvinas

Aguas heladas, peligrosas. Vientos huracanados, fuertes. El frío inconmensurable que penetraba los huesos y la lluvia constante cuarteando la piel de los tripulantes a bordo del buque de investigaciones Seacor Lenga, son parte del escenario que presentó el documental de National Geographic. Con las peores condiciones metereológicas el equipo dirigido por el explorador, Curt Newport se sumergió en el Océano Atlántico con el objetivo de encontrar los restos del buque argentino hundido en la guerra de Malvinas por un submarino británico. Durante 10 días la expedición rastreó las aguas, atravesó gigantescas olas para encontrar los restos de la nave hundida. En este primer viaje fracasó la misión principal de la expedición que consistía en determinar con exactitud la ubicación de los restos del buque perdido durante la Guerra de Malvinas, en 1982. Pero la señal consiguió realizar un documental que revela puntos de vista, relatos de testigos claves que estuvieron en el lugar cuando se hundió el barco, dramáticas reconstrucciones e impactantes imágenes de archivo de la guerra. Así, con dos horas de duración, el documental que transmitió el último viaje del Belgrano se pudo ver por primera vez el pasado 8 de junio, aunque se pondrá en pantalla nuevamente el próximo sábado 21 a las 20 y el lunes 30 a las 22. En conferencia de prensa, el director ejecutivo de National Geographic, John Bredar, señaló que “lo que se vio fuera del marco referencial de la guerra de Malvinas es la convivencia de sobrevivientes de dos países diferentes en guerra y, cómo el tiempo luego de 21 años, hizo cosas que ninguno de nosotros antes de ver este material podíamos imaginar”. En este sentido, Newport, el comandante de la expedición, añadió: “las expediciones de este tipo no son fáciles y nuestras operaciones en esta oportunidad no fueron la excepción a la regla. Es como sucede con todo lo que se pierde en el mar, nunca se sabe exactamente el lugar en donde se produjo el hundimiento”. El crucero Belgrano fue desplegado en abril de 1982 durante la disputa territorial entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas. El 2 de mayo de 1982, el submarino británico HMS Conqueror, lanzó tres torpedos al Belgrano, lo que causó el hundimiento del buque y la muerte de 323 argentinos. Según las estadísticas es una de las pérdidas más grandes de vidas en un solo ataque. Además el conflicto dejó un saldo final de aproximadamente mil muertos. Es el único caso registrado en el que un submarino nuclear persiguió y destruyó un barco de guerra. Para llevar a cabo esta investigación, el canal trabajó en forma conjunta con los gobiernos, los ejércitos y los veteranos de guerra argentinos y británicos para preparar la expedición. Los Capitanes de Fragata Pedro Luis Galazi (Re) y Carlos Castro Madero, ambos sobrevivientes del Belgrano, y Martyn Brown y Kevin Nicholls, veteranos del Conqueror, estaban a bordo del barco expedicionario. El equipo sondeó el área en busca de alguna señal que indicara la presencia del Belgrano y utilizó un sonar de barrido lateral, un sensor de alta tecnología capaz de visualizar una extensión del lecho marino de unos cinco kilómetros de ancho. En el caso de haber encontrado un objeto con las características de forma y tamaño similares a las del Belgrano, hubiesen desplegado un minisubmarino teledirigido (ROV) que se utilizó para localizar la cápsula espacial Liberty Bell 7 y para fotografiar los restos del Titanic. De haber tenido éxito, el “Magellan” provisto de cámaras y otros equipos de recolección de datos, hubiese enviado imágenes confirmando que se trataba de los restos del buque argentino. La Armada Argentina, representada por el capitán de fragata Galazi, tenía programado colocar una placa y una medalla conmemorativas en el lugar donde se encontrase el Belgrano. Ambas presentadas por el Congreso de la Nación Argentina, en homenaje a los caídos en el hundimiento. Al respecto, Bredar explicó que el factor fundamental por el cual no se continúo con la búsqueda fue porque “no sabíamos si esa noche el clima iba a mejorar y debido al escaso tiempo, se había decidido que teníamos que parar al día siguiente”. Por otra parte, -el productor ejecutivo- agregó que “al realizar este tipo de misiones, muchas veces, con un sólo viaje no se llega a cumplir el objetivo. Nos ha pasado con otras expediciones que hemos tenido que realizar tres viajes para dar en el blanco. Por eso, no es atípico que en una expedición donde se tenga que sumergir en aguas profundas, haya que realizar más de un viaje”. El documental se transmitirá en todo el mundo. En Gran Bretaña se verá por canal 4 y en julio se transmitirá en los Estados Unidos por PBS, como un especial de National Geographic titulado “El hundimiento del buque de guerra Belgrano”. La inversión para armar el documental se estima en medio millón de dólares y se utilizaron dos fuentes de información, la Armada Argentina y la Británica. Los datos de ambos lados fueron previstos con tiempo. “Pensamos que la información iba a ser precisa, pero ni siquiera pudimos llegar a encontrar un rastro de las piezas del barco”, argumentó Bredar y agregó: “me atrevo a decir que esta inexactitud del Belgrano recae en que cuando fue el impacto del barco nadie estaba registrando lo que pasó y no sabían exactamente donde estaban las naves escoltas que habían impactado contra el buque”. “Igualmente el documental apuntará a las vivencias que pasaron los tripulantes de ambas naves. En sí, el núcleo esencial se centrará en los marinos, teniendo en cuenta que los argentinos tienen todas las expectativas puestas en encontrar los restos del Belgrano”, comentó Bredar. De hecho, uno de los tripulantes del Belgrano a bordo de la expedición aseguró que para él, es mejor que “no se hallan encontrado restos del barco porque prefiero recordarlo como antes, el barco en su integridad y no piezas metálicas perdidas” . El encuentro entre los tripulantes británicos y argentinos, según se pudo apreciar en las cámaras, en un primer momento fue tenso. Inicialmente hubo una barrera en el idioma ya que los argentinos no entendían muy bien el inglés y los británicos no sabían castellano. “Mas allá de eso fue interesante, de hecho se creó una amistad en el grupo y uno de los británicos estaba emocionado”, resaltó el productor ejecutivo del canal. Consultado por R&TA sobre la posibilidad de realizar un segundo viaje -Bredar- indicó que “no existe ningún plan de volver, pero si se puede dar la posibilidad de volver a realizar un segundo viaje”. “Como se sabe se necesita de mucha inversión, las expediciones son muy costosas y lo que hay que hacer es un relevamiento del sitio donde se encuentra el Belgrano“. Además agregó: “hasta el momento no hay ninguna intención de tocar una pieza. El objetivo era sacar los restos y analizar cómo sucedió el hecho para saber en qué condiciones se dio el proceso de hundimiento”. Un barco con más de una guerra El buque que luego se convertiría en el ARA General Belgrano fue puesto en servicio el 3 de octubre de 1938 como el USS Phoenix de la Armada de Estados Unidos. Este crucero se hizo famoso por su reputación ya que participó en la guerra de Pearl Harbor y salió ileso con un solo agujero de bala de cañón de chimenea. El Phoenix sobrevivió a las acciones bélicas en el Pacífico de la segunda Guerra Mundial, incluidos varios ataques kamikaze japoneses. Sólo perdió dos hombres y en total ganó nueve batallas en ese escenario bélico. Luego, en 1946 fue retirado de servicio en Filadelfia. Ahí fue cuando Argentina compró el buque a los Estados Unidos por una suma de 4 millones de dólares. El barco fue bautizado con el nombre “17 de octubre” en homenaje a Juan Domingo Perón, para ese entonces futuro presidente de Argentina (1945). Con la caída del gobierno de Perón en 1956, el buque pasó a llamarse General Belgrano, en homenaje a uno de los patriotas de la Revolución de Mayo de 1810. En 1982, cuando el buque iba a ser retirado de servicio para convertirse en museo flotante, una orden del gobierno de facto puso en acción una vez más al Belgrano que partió para la guerra de Malvinas. El 2 de mayo a las 16, el submarino británico Conqueror, ubicado a un costado del Belgrano, descargó tres torpedos y dos de ellos impactaron y destruyeron la proa y el sistema de mando del timón. A los 20 minutos del estallido, el capitán del navío dio la orden de abandonar el barco. El deteriorado buque se hundió rápidamente y se llevó la vida de 323 tripulantes. El resto de los sobrevivientes se ubicó en botes salvavidas, y enfrentó las gigantescas olas, los vientos fuertes y la helada temperatura del mar. Más de 700 hombres fueron rescatados y se calcula que fue una de las operaciones de rescate más difíciles de la historia naval. A pesar del esfuerzo, muchos tripulantes murieron de frío y según el testimonio de uno de los ex combatientes del Belgrano, cuando tuvieron que tirarse al agua para salvar su vida, estaba tan helada que “sentíamos como si un millón de agujas nos pinchaban el cuerpo” .